Ha llegado, y antes de lo que pensábamos. El análisis del FIFA más esperado de la historia ya está disponible para todos. EA Sports ha cuajado un trabajo globalmente redondo, inteligente en el fondo y brillante en la forma. El mejor fútbol de esta generación se encuentra en este análisis. Saque de centro...

Y aquí estamos, con varios días de adelanto con respecto a la salida del juego a la venta, mientras exprimimos, probamos, analizamos y reflexionamos sobre la nueva apuesta futbolística de EA Sports. Gracias a una beta a la que pudimos echarle el guante hace unas semanas, nos fuimos haciendo eco de sus excelencias, así como de algún pequeño defectillo a corregir. Ahora, con la versión final entre las manos, podemos emitir un veredicto. FIFA09 ya es un producto completo.

También hay que destacar que, para que este producto llegase a la calidad que ahora atesora, necesitó de un antagonista. Un enemigo (virtual) al que doblegar. Un futbolista tanto o más preparado que él durante muchos años. Este futbolista (japonés, para más señas) poseía grandes condiciones, y las mostraba y utilizaba en su beneficio. Para EA Sports no era más que un sueño llegar a su nivel, y ya no digamos sobrepasarle. Pero la recompensa llegó gracias a un factor: el esfuerzo.

El esfuerzo por recomponerse, por ver la realidad, aceptarla, y a partir de ahí trabajar y tomar en consideración lo que los usuarios y fans de este magnífico deporte le aconsejaban. Esta tarea ha construido un camino donde él mismo se ha labrado un nuevo motor gráfico, una mecánica de juego y un motor físico desde cero. Unas condiciones que fueron su base y que ha ido adaptando versión tras versión hasta llegar a lo que hoy tenemos entre manos.

Ahora, pasados los años oscuros de estar “por detrás de”, pasados todos los esfuerzos y aprovechándose (en buena lid y como debe de ser) de la debilidad del rival en los últimos tiempos, FIFA09 está aquí para sentarse en el trono. Su tiempo ha llevado, pero las discusiones ahora no tienen una razón de peso: estamos ante el juego de fútbol más avanzado, más realista y completo de lo que llevamos de generación. Estos son sus poderes.

G r á f i c o s
El salto que ha pegado este juego en calidad visual no es evidente si lo intentamos apreciar por los pantallazos. No hay cambios gráficos espectaculares en las imágenes in-game, sin embargo sí vemos lo mucho que ha mejorado el juego una vez entramos a los partidos en movimiento. La intro, espectacular, nos muestra cómo varias estrellas por todos conocidas van tejiendo jugadas mientras se suceden situaciones habituales en el fútbol: faltas, luchas cuerpo a cuerpo, amagos, etc… los menús no han variado nada desde el año pasado en cuanto a estructura, pero sí en funcionalidad en algunos que después explicaremos.

El juego sigue manteniendo una tasa estable de 60 frames por segundo desde cualquier cámara, estándar, Be a Pro o configurada a nuestro gusto. Podremos tener una visión muy amplia del campo (se puede apreciar bien en las imágenes que acompañan este texto) o muy reducida, según queramos apreciar bien las jugadas o los detalles de los jugadores. De todos modos, en cualquiera de las tomas posibles va fluido en todo momento sin ningún problema de bajón de frames, lo cual quiere decir mucho del motor del juego. Si a eso le añadimos los 1080p de resolución que alcanza, no podemos más que descubrirnos y aplaudir.

FIFA 09 gana visualmente hablando sobre todo en movimiento. Las animaciones, ya bastante buenas el año pasado, han dado el salto definitivo con este juego. La variedad, calidad y suavidad de las mismas es excelente en todos los apartados. Desde controles, controles orientados, amagos, fintas, quiebros, remates, tiros con el interior del pie, remates de cabeza, carreras, filigranas,… todo ha recibido una optimización total, resaltando totalmente las transiciones entre ellas, que ahora son fluidas a más no poder.

Destacan, cómo no, las animaciones de las cargas entre jugadores. Ahora el motor físico se adapta a cada situación según la corpulencia, velocidad y dirección que lleve cada jugador, dando lugar a situaciones variadas, pero todas verosímiles en su reproducción. Caídas al ser alcanzados en el pie de apoyo, por carga en el hombro, por quedarse quieto mientras el otro salta y cae encima de nosotros, agarres en carrera, pérdida de velocidad, etc; se han cuidado todos los detalles que le dan realismo al conjunto.

Aparte de la fluidez de animaciones, también hay que destacar el gran trabajo llevado a cabo en los pequeños detalles: un jugador que se lamenta por una ocasión fallada, un pase no recibido o al dar una mala asistencia, pedir el balón adelantado señalando la dirección, pedir un fuera de juego insistentemente, quedarse agachado después de una entrada e irse recuperando poco a poco, un jugador que sale fuera del campo lesionado y espera sentado a que el árbitro le deje entrar de nuevo,… son multitud de animaciones que de por sí no son tan importantes, pero sí le dan cohesión, empaque y realismo al conjunto. Además, el clipping es casi inexistente, y eso tiene mucho mérito.

Los jugadores poseen una construcción más realista, más esbeltos y ágiles. La texturización no ha variado mucho con respecto al año pasado en cuanto a calidad en las equipaciones, pero sí se ha seguido mejorando en cuanto a representación facial, pareciéndose cada vez más los jugadores más famosos. Pirlo, Raúl, Rooney, Ronaldinho, Kaká, Gerrard, Torres, Xavi,… además, su apariencia no resulta tan fría como en ocasiones anteriores, mostrándose con animaciones faciales más cuidadas y pulidas, olvidando esa apariencia “zombie” que marcó juegos pasados. Destacar negativamente esa molesta manía de EA Sports por incluir un tipo de letra en los nombres de las camisetas que no son las reales, y que además quedan bastante mal.

El balón ha mejorado en su motor físico notablemente. Ahora sólo se le puede achacar como puntos a mejorar algunos tiros lejanos y los remates de cabeza, que son débiles en numerosas ocasiones, aunque la animación del remate sea espléndida y nos muestre una animación de remate potente. Todo lo demás se muestra en pantalla con una verosimilitud impecable. Quizás también tendrían que mejorar algo más la recepción de los pases altos o pases adelantados elevados, que todavía a la CPU le cuesta “amoldar” la recepción a la carrera del jugador. Pero como decíamos, todo lo demás es ejemplar.

Los estadios y entornos del campo siguen siendo un ejemplo a seguir. Además, ahora también ha mejorado la iluminación, aunque la nocturna todavía es algo extraña, con sombras sobre el césped cuando es impensable ver eso en un partido. Las sombras que proyectan los jugadores sobre el césped se ha cuidado más que en anteriores ocasiones, mostrándose detallada en cualquier momento. Los estadios lucen espectaculares en su construcción y texturizado, con público 3D que reacciona a las jugadas y se levantan cuando hay una jugada peligrosa o una entrada dura. Es realmente meritorio el gran acabado que han logrado, uniendo la ambientación sonora con la visual de forma efectiva.

Si hay que ponerle algún pero al acabado gráfico del juego, podría estar en las cinemáticas, que se repiten bastante a menudo en su escenificación y además no muestran a los jugadores con su complexión real (Xavi suele salir más alto en las cinemáticas que durante el juego, y así con otros jugadores). Además, los replays no se pueden grabar en el disco duro de la consola (aunque sí subirlos a internet) y las cut-scenes a veces denotan una bajada en el framerate, lo que les quita espectacularidad. Quizás son estos los defectos más llamativos a nivel gráfico.

En resumen, FIFA 09 posee el mejor apartado visual que hemos visto en un juego de fútbol en todos los años que llevamos con un pad en la mano. El cuidado por el detalle denota un gran trabajo, un “mimo” hacia lo bien hecho que redunda en una experiencia realista visualmente hablando, apoyándose sobre todo en unas animaciones tan variadas como verosímiles. Un apartado gráfico totalmente digno del resto del juego, lo cual ya es mucho decir. Fantástico.

M ú s i c a
Es una de las señas de identidad de la saga: variada y para todos los gustos. Muchos temas, de muchos estilos y de bastante calidad todos ellos. Podemos destacar algunos, como los conocidos “Mercy” de Duffy, o el remix de “Feel the music” de Tom Jones. Por lo demás, mucho grupo disco, también canciones rock, algo de rap y en todas ellas mucho, mucho ritmo. No podemos buscarle muchas pegas porque en realidad, como decíamos, poseen una calidad fuera de toda duda y la variedad está más que presente. Buen gusto en la elección de la tracklist, aunque como siempre podemos elegir las canciones que queremos que suenen y las que no.

S o n i d o   F X
Como todos los años, no podemos más que alabar el acabado sonoro de los comentaristas y de los efectos de sonido que EA Sports presenta en cada FIFA. Manolo Lama y Paco González siguen siendo los mejores comentaristas que hemos oído en cualquier juego deportivo en castellano, pero de largo. Las frases han aumentado este año, con más comentarios indirectos, así como la interpretación y la reproducción de sus voces.

En cuanto al sonido ambiente de los estadios, está a un nivel altísimo. La respuesta de los graderíos a las jugadas y a los encontronazos es casi instantánea, así como las celebraciones, u oír cómo un jugador le pide la pelota a otro, así como al “speaker” de turno nombrar por la megafonía el nombre del jugador que ha metido el gol. No hay quejas, si acaso más variedad en los comentarios, pero eso es algo que jugando con un título durante meses es imposible de evitar. Espectacular.

J u g a b i l i d a d
Estamos ante el cambio más radical del juego, y lo que ha hecho en mayor medida que su jugabilidad se vea multiplicada de forma exponencial. Y casi todo ello se debe a una cosa: la reacción inmediata de los controles a nuestras órdenes. Estos años pasados nos quejábamos de que los jugadores tardaban en hacer lo que les mandábamos desde el mando, dándonos una sensación de impotencia en muchas ocasiones. Bien, esto ahora es cosa del pasado gracias a las mejoras que han sido introducidas. Olvidaos de la desesperación, porque en esta ocasión sí responden de forma brillante.

Y es que no estamos hablando simplemente de que los jugadores hagan los pases más rápidos. No. Estamos extendiendo este factor positivo a cualquier detalle de los partidos en juego. Pasar el balón, controlarlo, centrar, cambiar de dirección, disparar de primeras según venga el balón (se acabó lo de hacer primero el control y después tirar, ralentizando mucho la acción) o saltar para coger la posición. Todo es mucho más fluido y la velocidad de juego es la perfecta, aunque en este sentido podremos elegir entre tres distintas: lenta, normal y rápida. A nuestro parecer, la velocidad normal es la que mejor refleja el desarrollo real de un partido.

Como decíamos antes, la física del balón también se ha mejorado de manera notoria. La velocidad de reacción a las órdenes del mando también ayuda a sentir la evolución y las transiciones de forma visible, pero la física de la pelota en los pases, centros y tiros es la más realista que hemos visto en ningún FIFA. Eso no quiere decir que sea perfecta, ya que algunos tiros lejanos o centros muestran una cierta tendencia a mostrar un peso del esférico algo escaso. Pero por lo demás, no podemos más que alabar el trabajo realizado, incluso con el motor de colisiones, donde el balón muestra su cara más independiente nunca vista en ningún juego de fútbol de EA Sports.

Los controles son totalmente personalizables, y podemos elegir la configuración que queramos (repito: la que queramos o nuestra imaginación/comodidad nos permita). También podremos configurar muchos factores de la cámara (altura y zoom), así como decenas de apartados en la configuración estratégica del juego, otro de los puntos mejor tratados en este nuevo FIFA 09. Desde las opciones estratégicas antes y durante el partido podremos decidir cómo juega nuestro equipo, las posiciones, la tendencia defensiva u ofensiva, los marcajes y las zonas de influencia. Pero hay más…

Ahora también podremos modificar las estrategias rápidas para adecuarlas a lo que queramos. Podremos modificar la velocidad de las transiciones, la tendencia a pasar el balón, la rigidez de la posición en el campo, aumentar o disminuir los pases muy verticales,… toda una miríada de posibilidades que poder configurar para amoldar la forma de juego a nuestro antojo. Y lo mejor de todo es que es bastante eficiente, y responden de forma más o menos “obediente” a nuestras órdenes.

En cuanto a la IA, tenemos que decir que funcionan de forma eficiente en los partidos “normales” y le cuesta algo más ser efectiva o “lógica” en los partidos de los modos Be a Pro, ya que los jugadores tienden a soltar la pelota mucho menos, y recorren grandes cantidades de terreno aún teniendo un jugador cerca libre de marca, dando rodeos innecesarios. Otra cosa es cuando desde nuestro jugador les “llamamos” para que nos pasen, donde reaccionan de forma eficiente, decidiendo si son capaces de pasarnos o si estamos en mala posición para recibir el pase. Las rutinas defensivas son bastante efectivas, lo cual es de agradecer. Sin embargo, la CPU tiende todavía a seleccionar el jugador equivocado al cambiar entre ellos, defecto de la saga desde hace años y que se mantiene en este juego, siendo algo fastidioso tener que rectificar en varias ocasiones la elección del jugador por parte de la máquina.

Hay que reseñar que el sistema de regates combinado boton+stick se ha mejorado también en su respuesta, siendo ésta más rápida e intuitiva para el usuario. Sin embargo, sigue sin convencernos por su aleatoriedad a la hora de responder a los movimientos que hacemos desde el pad. En la mayoría de las ocasiones responde de forma efectiva, pero nos encontraremos ocasiones donde intentamos hacer un regate específico y saldrá otro debido al sistema de regates, que también tiene en cuenta la posición del jugador para hacer la filigrana, no sólo la combinación desde el pad, haciendo algo “engorroso” para el usuario este sistema. También podremos realizar las celebraciones que queramos al marcar utilizando los dos sticks y varios botones, para lograr distintos movimientos.